Lo primero es acordarse de apagar las luces, cuando se sale de una habitación, etc.
Hay que usarlas cuando se necesitan. Por ejemplo, si estás viendo la televisión, seguramente no necesitarás tener encendidas varias luces.
Utilizar lámparas de bajo consumo, en lo posible ir cambiando las bombillas de tu hogar por bombillas que sean de bajo consumo. Aunque estas bombillas suelen resultar un poco más caras, también duran más, así que además de ahorrar energía, a la larga también estarás ahorrando dinero.
Evitar utilizar elecrtodomésticos y energía innecesariamente, En lugar de usar la secadora, cuelga la ropa al sol. Si vas a lavar ropa o a usar el lavaplatos, asegúrate de hacerlo cuando tengas suficiente ropa o platos para llenarlo, ya que si lavas con la mitad de la carga, tendrías que poner dos lavadoras o lavaplatos y gastarás el doble de agua y de electricidad.
Usar menos aire acondicionado los calentadores electrónicos y la calefacción, utilizan muchísima energía. Antes de nada, intenta evitar que la casa pierda el calor para evitar tener que usarlos. En cuanto a los aires acondicionados, trata de abrir las ventanas para que corra aire y mantener la casa fresca. Además intenta cambiar tu ropa en lugar de modificar la temperatura de la casa. Abrígate más en invierno y menos en verano para estar por casa.
Desconecta los elecrtodomésticos y aparatos que no estes usando, La mayoría de los aparatos siguen gastando energía aun cuando están apagados. La solución para evitarlo es desenchufarlos.
aprovecha la luz natural,
- No enciendas todas las luces cuando empieza a oscurecer y fíjate si realmente la necesitas. Además trata de adecuar tu hogar para aprovechar al máximo la luz natural.
- Pinta con colores claros la casa para que sea más luminosa y necesites menos energía. Los colores claros reciben y reflejan la luminosidad, en cambio los colores oscuros necesitan mucha más luz para que se vea bien.
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